Realicé mi primera excavación arqueológica a los nueve años en un bosque próximo a mi pueblo, junto a la depuradora donde pescábamos alburnos. Tras esta maloliente incursión en la disciplina, estudié Historia en Zaragoza y terminé mi carrera en el gaditano barrio de La Viña. Y fue allí, en el far west mediterráneo, donde comenzó mi interés por el otro extremo del mare nostrum. Dos líneas han dirigido mis pasos: la historia de las religiones y la sociología de la ciencia. El diseño de actividades, la creación de espacios didácticos y la puesta en marcha del parque arqueológico de la Edad del Hierro I de Burrén me permitieron conocer el mundo de la didáctica. El doctorado con Héctor Conget dio lugar a la profesionalización de nuestros intereses en la StarUp de la Universidad de Zaragoza Arqueología y Didáctica, que nos sirve de marco para seguir investigando, creando y mostrando. A D+i llevamos ‘El Universo del Bronce’.