Personas ciegas que tocan con sus manos la bóveda celeste, sordociegas que disfrutan palpando la geología y gente con todo tipo de capacidades acercándose unas a otras, aprendiendo unas de otras, con la ciencia como excusa. La divulgación inclusiva, la que no deja a nadie de lado, “logra un cambio de actitud ante la discapacidad, enriqueciéndonos a todos”, como dice Alejandra García Frank, profesora de paleontología en la Complutense, divulgadora científica y vicepresidenta de la asociación Ciencia sin Barreras. Desde que la conocimos, la quisimos para D+i También para Otros Públicos.
Con García Frank, Santi Herrero, profesor de química en la Complutense, abnegado divulgador y miembro también de la asociación Ciencia sin Barreras, y Xusa Moya, una matemática en L’Aula del Cel del Observatorio Astronómico de la Universidad de Valencia, darán vida en D+i a un debate sobre la divulgación científica y esas otras capacidades que no han sido generalmente contempladas como público por los divulgadores. Laura Ferrando, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, guiará el debate.
¿Somos capaces los divulgadores de ciencia de pensar en todos los ciudadanos sin distinción de capacidades? Lo cierto es que, hasta ahora, muy pocos lo han sido. Y es que, como dice Xusa Moya, “primero hay que ser consciente de esas otras capacidades”, para poder transmitirles después “algo que les interese”. Ella se dedica a llevar kits tangibles de astronomía, para personas invidentes o con déficit visual, a países del Tercer Mundo. El proyecto se llama ‘A touch of the universe’. Tampoco dice que sea fácil.
Uno podría pensar que lo que hace Alejandra García Frank es el más difícil todavía. Pero ella asegura que no lo es en absoluto. Es responsable del proyecto Geodivulgar de talleres de geología para personas con sordoceguera. “Una acción divulgativa -dice- ha de ser diseñada bajo la óptica del Diseño Universal: hay que establecer una secuencia de niveles de trabajo, principalmente en el área de la comunicación, que a medida que progresen permitan el desarrollo de la conciencia simbólica de la persona sordociega”.
“La ciencia no es algo de listos”, afirma Santi Herrero. Él ha puesto en marcha el proyecto IamAble para personas con discapacidad cognitiva. Herrero piensa que, para cualquier taller divulgativo, “no se selecciona a las personas por su capacidad, puesto que se considera que cada persona, en función de su capacidad, experiencia y formación, aprovecha la actividad de manera diferente, por lo que hay que prever los recursos y apoyos que permitan a cada uno alcanzar sus objetivos personales”.
García Frank está de acuerdo. Asegura que “las ciencias facilitan las actividades multisensoriales que, al multiplicar la estimulación, pueden mejorar el proceso de aprendizaje”. Y añade que “cuanto más variadas sean las interacciones entre personas, objetos y situaciones del entorno, más se aprende”. El no va más se produce cuando en las actividades divulgativas participan personas con distintas capacidades, es decir cuando son inclusivas de verdad. “Resultan beneficiosas para todos los participantes. Permiten eliminar barreras”. Ven a opinar a D+i.
Debate Otras Capacidades
13.00-14.00
Auditorio de Etopia