“La divulgación científica cada vez es más importante en la formación de un imaginario social”. Agustín Fernández Mallo es físico, escritor y un prolífico analista social. Vendrá a las segundas Jornadas D+I a profundizar en la relación ciencia-literatura. “Un indicador -dice al respecto de esa necesaria divulgación-: desde hace unos cuantos años, no hay revista dominical que no incluya algún artículo de ciencia. Ello no quiere decir que la ciencia se entienda hoy más que antes, sino que se establece como relato en la vida de la ciudadanía, se normaliza”.
Su charla en D+I, ‘Ciencia y literatura: dos metáforas’, será un ‘cameo’ con Inspiraciencia, el certamen de relatos al que acompañan las reflexiones de varios científicos y literatos. En su última edición, Fernández Mallo fue uno de ellos. Para él, “las ciencias y las artes son dos maneras muy distintas no sólo de descubrir nuestro entorno, sino también de crear realidad. El ser humano construye la realidad y, para ello, se vale de todos los lenguajes y metodologías que tiene a su alcance. En la charla -adelanta Fernández Mallo a D+I-, hablaremos del modo en que las ciencias y las artes a veces se cruzan y se identifican”.
El autor de ‘Proyecto Nocilla’ y ‘Limbo’ sabe de qué habla. Sus novelas, ensayos y libros de poesía lo dicen todo. “Si no fuera físico, no habría podido escribir todo lo que he escrito”. Ciencia y literatura se complementan en su obra. “Es que, para mí, la física es un gran poema -confiesa-. No es la realidad, sino una representación de la realidad y, como tal, es susceptible de ser tratada como ficción”. Cuenta que a llegar a este pensamiento le han ayudado autores como Rorty, Baudrillard o Félix de Azúa.
Fernández Mallo estudió física porque le parecía “un misterio muy profundo, casi poético. Y aún hoy me lo parece en cierta manera”. Ha dirigido su conocimiento científico al diseño de tratamientos de radioterapia: “Soy físico especializado en la aplicación de las radiaciones ionizantes a la terapia del cáncer. Mi trabajo consiste también en la protección radiológica, que es velar por que las radiaciones no se extiendan y dañen al personal y al público”.
Este científico y escritor, ecléctico donde los haya, opina que “algo que ejerce una influencia negativa para la buena comprensión de la ciencia es el auge de la paraciencia, pensamientos esotéricos que utilizan frases y resultados científicos que, descontextualizados, parecen dar legitimidad a aquello que no la tiene. Esto es especialmente escandaloso en el caso de los métodos de curación de enfermedades”. De ahí la importancia, que él defiende, de la divulgación científica.
A Fernández Mallo le gusta citar estas frases de Colson Whitehead: “Son los errores los que guían la evolución; la perfección no ofrece incentivo alguno para el mejoramiento”. Y cuenta que, como escritor, eso es algo que siente “muy cercano”. “Supongo -reflexiona- que la creatividad consiste en aprovechar intuitivamente los errores en tu beneficio, utilizar lo que está en los márgenes, el ruido, el residuo”.
No será la primera vez que Agustín Fernández Mallo se suba al escenario de Etopia. Hace unos meses ya estuvo aquí, como participante en unas Jornadas de Narrativa Transmedia.