Elegí la carrera de biología porque aunaba mis dos pasiones: la ecología y el funcionamiento del cuerpo humano. Cuando terminé, inicié mi carrera investigadora en el campo de la neuroinmunología, estudiando la importancia de la respuesta inmune en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson, publicando artículos en revistas especializadas. Más adelante, me interesé por llevar la ciencia más allá de los laboratorios para despertar el gusto por la ciencia en los más jóvenes, y en los no tan jóvenes. Con este propósito me formé en educación y comencé a trabajar en el laboratorio de biología de los Laboratorios de Innovación Abierta CESAR en Etopia, donde me encargo de llevar a cabo proyectos para generar un espacio de encuentro entre investigadores, docentes y ciudadanía en general.
