En las I Jornadas de Divulgación Innovadora, celebradas en Zaragoza el 18 y el 19 de octubre de 2013, una idea destacó entre las demás: la divulgación de primera línea, en sus múltiples formas, no consiste tanto en transmitir conocimiento y «enseñar» sino en sembrar una semilla de curiosidad y despertar interés. Mimando siempre las emociones, las relaciones afectivas con el público. Durante dos días, hubo ocasión de cazar un colaborador, de fichar un buen espectáculo divulgativo, de recolectar ideas y, sobre todo, energía y motivación. Las jornadas D+I tuvieron un efecto activador.
Este es un resumen de las conclusiones. Y aquí puedes ver una selección de las imágenes que nos dejó el encuentro.