D+i 2022 empieza jugando. Apuesta por la diversión como forma de aprendizaje. En realidad, empieza ‘fisgoneando’ qué hacen varias divulgadoras y divulgadores de ciencia para poner al público a jugar y transmitirle así, sin que casi se dé cuenta, mensajes de microbiología, fotónica, matemáticas, clima… Son Emilio Sáez Soro, Elena Atrián, Isabel Franco, Federica Beduini y Miguel Ángel Vidal, profesionales de la ciencia y/o la divulgación que vienen a Etopia a invitarnos a jugar. ¿Preparados?
A Planeta Debug se juega asumiendo retos, económicos, sociales y ambientales, vinculados al calentamiento global. Éste es el gran reto. Y los desafíos que el juego plantea tienen que ver con cómo afrontar la crisis ambiental. “Es un proyecto para la creación de un Living Lab donde innovar en investigación, comunicación y aprendizaje del cambio climático y la sosteniblidad”, explica Emilio Sáez, de la Universitat Jaume I de Castellón. Son videojuegos para “aportar soluciones innovadoras”. La co-creación interdisciplinar está detrás de todo.
Vamos de la pantalla a la mesa para jugar a Bacterfield. ¿Quién dijo que los juegos de estrategia y educativos no podían ir juntos? Aquí se usan bacterias y su comportamiento real como elementos principales de la partida; y puede pasar de todo, que encontremos resistencia a los antibióticos o nos veamos generando biofilm. Las autoras: Isabel Franco y Elena Atrián, del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (CSIC-Unizar). Los jugadores: todo aquel que quiera multiplicar sus bacterias para colonizar el tablero; y protegerse a la vez de las rivales ganando genes de resistencia.
Levantemos ahora la vista del tablero para jugar a ICFO Decide Game, una actividad muy dinámica y también interactiva que nos llevará a decidir, por equipos, en qué campos de aplicación repartir los fondos disponibles para la fotónica. Para llegar a tal decisión hay que manejar una baraja de informaciones que nos pondrán a pensar en lo decisivo de la ciencia en nuestras vidas. Nos expondrá las reglas del juego Federica Beduini, del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Barcelona.
Y si nos gustan las provocaciones, ¿qué tal hacer sudokus de ajedrez? Miguel Ángel Vidal, profesor de matemáticas y de ajedrez educativo en un instituto de secundaria de Pontevedra, lo imaginó un día. ¿Con qué finalidad?: “Estimular aspectos transversales del ajedrez educativo, que no de competición -indica Vidal-, con pasatiempos muy innovadores, que se pueden trabajar también dentro del aula”.
Estos juegos se pondrán en práctica en la parte del programa abierta al público de la ciudad, Ciencia in Vivo. Sus creadores vienen a contarlo ¡y a jugarlo!.