¿Conocéis el cuento ‘La Princesa y el guisante’ de Hans Christian Andersen? Sí, ése de una princesa “tan pero tan sensible” que se va a dormir a una cama con más de veinte colchones y se levanta dolorida con un montón de moratones porque debajo habían puesto un guisante…¿Alguna vez os habéis imaginado qué pasaría si la princesa del cuento fuese científica? Yo sí. Escribí ‘La Científica y el guisante‘ para dar a conocer la iniciativa 11defebrero.org y animar a todas las personas a convertirse en #cuentacientíficas. Ahora os propongo, para D+i, encontrar a mujeres científicas en guisantes escondidos en Etopia. Soy médica especialista en Medicina del Trabajo y madre. Conciliar es una aventura y gestionar el tiempo una estrategia de supervivencia. Jugar es algo que nos tenemos que tomar muy en serio.