“Los grandes retos del futuro pasan por una ingeniería más humanística, más femenina también. Porque necesitamos otras miradas”. Es lo que piensa Digna Couso, directora del Centro de Investigación para la Educación Científica y Matemática de la Universitat Autònoma de Barcelona.
Dado que las mujeres no están, en su opinión, representadas en la tecnología y que se han descubierto innumerables, aunque sutiles, maneras de discriminación hacia la mujer en la enseñanza de las ciencias, Couso ofrecerá en D+i un taller sobre cómo corregir estas desigualdades, con qué herramientas, con qué cambios de planteamiento.
Investiga en educación científica desde una perspectiva de equidad y género y trabaja en formación de profesores, educadores y divulgadores en el ámbito de la ciencia y la tecnología. El 10 de junio lo hará para nosotros en Etopia. “Reflexionaremos juntos -avanza- sobre por qué existe un importante sesgo de género en el ámbito científico-tecnológico, en particular en algunos sectores. Analizaremos cuáles son los factores personales, sociales, escolares y familiares que explican este hecho, además de los económicos y empresariales. Y experimentaremos de primera mano los sesgos inconscientes de género que tenemos todos y todas, a la vez que daremos pautas para intentar superarlos«.
Introducir la perspectiva de género en la enseñanza quiere decir precisamente eso, analizar en profundidad si se está actuando exactamente igual con los alumnos que con las alumnas; partiendo de la base de que siempre, hechos constatados, se ha favorecido a los chicos de todas las maneras posibles. “Tenemos un problema social de sesgo de género”, afirma Couso. Pero ella se muestra optimista. “Entre todos podemos cambiar las cosas”, dice siempre a los docentes.
Y tanto a las niñas como a los niños, lo que hay que decirles desde primaria, es “eres buena en ciencias aunque no seas tan buena aprobando mis exámenes”. Ése es el método de Couso, una apasionada de la Educación que sueña con un cambio en el sistema de evaluación, “por la falta de flexibilidad que sufrimos”, y que afirma: “La ciencia y la tecnología no son para la excelencia, son para vivir en la sociedad que nos ha tocado”.