Coger al vuelo la silueta de un ave y llevártela a tu libreta, subir a una torre mudéjar para intentar tocar las estrellas, bailar para conocer la vida de nuestros mares o sumergirte, sin olvidar las gafas, en una realidad que no es de este mundo. A las Jornadas D+i se viene a ‘Vivir experiencias’. A un lado se sentarán Diego Ortega, Maribel Aguilar, Roberto Torres, Joaquín Ruipérez y Roberto Romero para contar sus experiencias; alrededor, el público D+i, para vivirlas.
Diego Ortega divulga ciencia con pinceles en la mano, recorriendo montes y acercando su cuaderno de campo a todo bicho viviente. Es dibujante de naturaleza. Para divulgar emplea “herramientas versátiles, que se adaptan al entorno y a las personas a quienes se quiere llegar”. Y siempre dejando al público experimentar. Así piensa él que debe hacerse la divulgación científica. Por eso montó su ‘Safari artístico‘ en tierra de linces, por eso se llevó a un puñado de alumnos a Atapuerca a pintar la prehistoria y por eso invita a su público a mirar con mucho detenimiento la flor para poder después dibujarla.
“En cada individuo con interés científico y ganas de compartirlo hay un divulgador en potencia. Y sólo potenciando sus cualidades (comunicativas, artísticas…) será viable la divulgación científica”.
Maribel Aguilar propone algo también muy apetecible: turismo astronómico en la comarca turolense Gúdar-Javalambre. Ella nos guía, porque es directora de la empresa de desarrollo local Tierras y Cielos Privilegiados. Organiza sesiones de observación astronómica y actividades como ‘Mudéjar bajo las estrellas‘, que combina la visita a una Torre Mudéjar Patrimonio de la Humanidad con un recorrido por el cielo nocturno. Tiene otro proyecto de peso, ‘Astroviajeros‘. En D+i nos contará en qué consiste.
Con Roberto Torres, director creativo de La Ciència al teu Món, llega el momento de bailar, danzar para preservar la salud del ecosistema marino. SeaDance: Keep the rythm es el juego que ha diseñado para el Instituto de Ciencias del Mar, a petición de Esther Garcés, investigadora principal del centro. Los participantes, sumergidos en un mundo virtual de microorganismos marinos, tienen que hacer lo posible por mantener el equilíbrio durante toda la partida. “Descubren bacterias, flagelados, algas, ciliados, copépodos… -cuenta Torres-. A través del baile y la música, deben identificar quién se alimenta de quién, quién tiene hambre, qué organismo está en peligro de extinción…”. El autor adelanta así el contenido del juego, porque en Etopia nos va a tocar bailar.
Para Torres, “comprender el origen, el funcionamiento y la importancia de las cosas nos ofrece nuevos y diferentes puntos de vista y, por tanto, nos permite explorar alternativas para mejorar nuestra calidad de vida”. Por eso, entiende la divulgación científica como algo que ha de conectar con los intereses del público. “Es la ciencia -dice- la que debe acercarse a la sociedad”.
¿Qué tal, entonces, acercar a los asistentes a D+i y al público de ‘Ciencia In Vivo’ una geoda gigante e invitarles a entrar en ella? Pero entrar de verdad, con Realidad Virtual. Joaquín Ruipérez, CEO de estudiofuture, nos dirá cómo hacerlo, tanto en este primer diálogo de las jornadas, como por la tarde en nuestro espacio demo RV. ‘Descubre la Geoda Gigante’ ha obtenido este año el premio a la mejor experiencia de Realidad Virtual en castellano. Sumergirnos en otra dimensión, en un mundo paralelo, repentinamente, con sólo ponernos unas gafas suena apasionante ¿no?
También Roberto Romero, de Future Light House, viene a D+i a invitarnos a visitar el mañana. “Tomorrow‘ es una pieza semi-formativa que hace un análisis de la evolución del lenguaje a través de la tecnología y que plantea que, al poder comprender solamente aquello que podemos expresar con palabras, la realidad virtual abre una nueva puerta donde vamos a ser capaces de generar nuevos lenguajes y, por tanto, entender el mundo de una manera nueva”, augura Romero. Realidad virtual en divulgación científica: un gran portón que traspasaremos juntos en las Jornadas D+i.
