Conferencia de ÁNGEL FIGUEROA
Sábado 24 – 10:30 horas
Realizar un estudio de la población, amplio y muy riguroso, es requisito previo para divulgar la ciencia según Ángel Figueroa, director de Medios de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México. Medir, medir y medir, ésta es la cuestión. Medir exactamente todos los factores que determinan el escaso interés de los ciudadanos hacia el conocimiento científico; para, así, poder saber cómo actuar. Sin ello, no podemos atinar en esa “popularización de la ciencia” que Figueroa encuentra indispensable.
Maneja datos referentes a la población mexicana, pero en las Jornadas D+i Figueroa intentará despertar con ellos la conciencia de aquellos comunicadores españoles que divulgan sin antes conocer las necesidades de su receptor. “El análisis de lo que motiva a los ciudadanos a adoptar cierto tipo de conductas es fundamental -subraya-; el porqué las personas tienen ciertas preferencias de consumo o por qué deciden ciertos contenidos en lugar de otros”.
Y añade: “Sólo gracias a una investigación formal de los públicos será posible vislumbrar estrategias que posibiliten el interés por la ciencia y la tecnología en la audiencia y que el conocimiento pueda llegar a ser no sólo útil, sino además divertido”.
El nivel de vida parece ser decisivo a la hora de consumir contenidos científicos. La Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM ha recabado datos sobre los altos índices de pobreza que registra México. Y en opinión de Ángel Figueroa, esto dificulta la tarea del divulgador. De si es posible o no popularizar la ciencia en según qué entornos se hablará en las Jornadas D+i, gracias a la participación en ellas de este divulgador mexicano que se lo ha cuestionado todo.
Él, no obstante, piensa que “el nivel socioeconómico y educativo no es decisivo a la hora de mostrar interés por la ciencia; lo que es importante es conocer mejor al público, generarle inquietud, ofrecerle temas que le toquen fibras y le sirvan para ampliar su visión del mundo”. El reto es del divulgador, con cuya manera de contar puede identificarse la gente.
Y advierte: “Si se quiere un país más involucrado en temas de ciencia y tecnología es importante atreverse a cambiar el discurso presente: no es lo que el emisor quiere transmitir, es dar al público lo que necesita o le interesa”. Y para ello, “es fundamental aprovechar los recursos”, para llegar a cuanta más gente mejor.